Las lluvias y el descenso de temperaturas propician la fructificación de especies más propias de finales de otoño
Esta última semana un nuevo frente ha dejado precipitaciones en toda la Comunidad. Sin embargo, a estas alturas de la campaña el factor limitante para el desarrollo de nuevas fructificaciones son las bajas temperaturas. Y aunque las heladas aún no han hecho presencia en las zonas productoras de Castilla y León, el descenso de temperaturas mínimas propicia la fructificación de especies con interés socioeconómico cuya aparición se asocia a finales de campaña otoñal, como son las “capuchinas”, “llanegas” y por supuesto los níscalos, (Tricholoma portentosum, T. terreun, Hygrophorus limacinus, H. agathosmus, H. gliocycus y Lactarius deliciosus). Por el contrario, este escenario no favorece la fructificación de especies más termófilas como es el caso de Boletus aereus y Amanita caesaria, cuyas producciones en estos momentos comienzan a ser testimoniales en la región.
Consulta el resto del parte micológico aquí, realizado por el equipo investigador de Cesefor para Micocyl.
Esta información procede de las acciones de cuantificación de la producción de hongos silvestres comestibles de interés socioeconómico que Cesefor realiza en parcelas micológicas permanentes y muestreos mediante recorridos variables por las masas forestales de la Comunidad.
El objetivo de estos muestreos es la estimación y caracterización de la producción de setas silvestres en Castilla y León. Estos inventarios se realizan por parte de la Fundación Cesefor, con el apoyo de la Junta de Castilla y León, con una periodicidad semanal, para estimar la cantidad y variedad de setas silvestres que fructifican en las masas productoras de la Comunidad.
[FOTO: Miguel Ángel Polo García. Fototeca del CENEAM]