Abrimos nuestras puertas el 25 de junio de 1974 por entonces en un local más modesto que el tenemos hoy pero con siempre con el mismo espíritu: Ofrecer lo mejor de nuestra tierra
Desde entonces hemos apostado por las recetas locales, que se han pasado de generación en generación, un bien inmaterial que tiene un valor incalculable. Las materias primas que utilizamos son, en su mayoría, de productores locales, apostando por la economía local y los grandes sabores que nos ofrece nuestra región.
El restaurante es un homenaje a nuestro pasado, tanto en las recetas como en los elementos que lo decoran, comenzando por la impresionante escultura «Memorias de esta Tierra» que recibe a todos nuestros clientes, como la cuidada decoración interior, donde bordados y antigüedades os harán transportar a tiempos pasados.
Pasando por nuestro luminoso bar, accedemos a los salones. Actualmente contamos con tres salones, comedores, unidos entre si con una capacidad aproximada de 150 personas, una cuidada decoración vintage elegante y muchísima luz.
Especialmente interesantes es el último salón al que llamaos «La Salita» donde se pueden disfrutar de unas maravillosas vistas a la Sierra de Bejar y de una colección de cuadros sobre los pueblos serranos de la mano de Florencio Maíllo.
También contamos con una terraza para que disfrutar del buen aire serrano mientras compartís un refresco en la mejor compañía.